La loca aventura del saber - Cap. 7: La loca carrera del transistor



En 1981, IBM anunció su primera computadora personal, la IBM PC.
El procesador de la IBM PC era el Intel 8088, que tenía 29.000 transistores.

Unos años después (1986) aparecería la IBM PC AT, basada en el procesador 80286, que tenía 134.000 transistores.

En 1993 salió al mercado el primer Pentium (Intel rompió la “tradición” de llamar a sus modelos según la progresión 80286, 80386, 80486… Lo que deberia haber sido el 80586 fue bautizado simplemente Pentium).

El primer procesador Pentium tenia unos 3 millones de transistores, y el Pentium 4, introducido en el año 2000 ya tenía unos 42 millones de transistores.

Ya en 1965 se publicó la famosa ley de Moore (por lo menos, es famosa entre los que trabajan en el campo de los circuitos integrados, o ‘chips’). Esta ley predice que la cantidad de transistores en un circuito integrado se duplica cada 24 meses. Posteriormente fue actualizada, prediciendo que tal duplicación ocurriría cada 18 meses.
Hay quiénes dicen que esta ley incluso ha fijado los objetivos de desarrollo de los grandes fabricantes de chips. Su cumplimiento se debería entonces, a que es una más en la categoría de las profecías que se realizan por sí mismas.

El tamaño de los chips no ha cambiado mucho a lo largo de los tiempos.
O sea que el aumento extraordinario en la cantidad de transistores por chip se ha logrado, principalmente, mediante la reduccion del tamaño de cada transistor.
Ya varias veces en el pasado hay quien se atrevió a pronosticar que, en corto plazo, no se podrían fabricar chips de mayor integracion (o sea, que incluyan un número más grande de transistores).
En todos los casos, sus predicciones fueron puestas en ridículo, y más y más transistores se siguieron “empaquetando” en un chip.

El resultado es que ya casi nadie se anima a anunciar un límite último a la cantidad de transistores en un chip. Con la tecnología de hoy, tal límite está marcado por los procesos de fabricación de chips, y en definitiva por el tamaño intrínseco de las moleculas.
Pero quién dice que no veremos emerger nuevas tecnologías exóticas, basadas en propiedades de almacenamiento de información a nivel del átomo, o incluso de partículas subatómicas?

En este caso, no es el cielo el límite, sino lo ultramicroscópico.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Introducción a la lógica programable (1) - Compuertas lógicas

Matemática Recreativa: Trepando las dimensiones (primera parte)

Introducción a la lógica de relés